Quiénes Somos

Fundación Vicentina Luisa de Marillac

Desde hace más de nueve décadas, la Fundación Vicentina Luisa de Marillac ha sido un refugio donde los ecos de la vida encuentran su descanso y su resurgir. Cada una de las personas mayores que atraviesa nuestras puertas llega con una historia; algunos han vivido días de alegría, otros han conocido la soledad y las dificultades. Aquí, en nuestra fundación, reciben mucho más que cuidado: encuentran un hogar, un espacio donde la dignidad y el amor son el centro de todo.

Inspirados por los principios de Santa Luisa de Marillac y San Vicente de Paúl, nuestro compromiso se construye día a día, brindando a las personas mayores una vida plena y digna. Nuestra fundación es una comunidad que valora y respeta la vida en todas sus etapas, especialmente cuando la sociedad comienza a olvidar a quienes ya no tienen la fuerza de antes. Creemos firmemente que cada persona merece ser escuchada, apoyada y acompañada hasta el final de su viaje, y trabajamos incansablemente para que nuestros ancianos sientan que aún son una parte importante de este mundo, que no están solos, y que su historia sigue siendo fundamental.

Aquí no solo cuidamos, sino que sanamos almas y corazones, restaurando en cada mirada una chispa de esperanza, en cada sonrisa un motivo de vida y en cada abrazo el recuerdo de que su legado importa. La Fundación Vicentina Luisa de Marillac es un faro de esperanza para quienes han dado su vida y ahora buscan un lugar donde su luz no se apague, sino que resplandezca más fuerte.

Aquí no solo cuidamos, sino que sanamos almas y corazones, restaurando en cada mirada una chispa de esperanza, en cada sonrisa un motivo de vida y en cada abrazo el recuerdo de que su legado importa. La Fundación Vicentina Luisa de Marillac es un faro de esperanza para quienes han dado su vida y ahora buscan un lugar donde su luz no se apague, sino que resplandezca más fuerte.